LOGRAR LA ENSEÑANZA PRIMARIA UNIVERSAL
Meta 2A: Velar por que, para el año 2015, los niños y niñas de todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria
El permitir a los niños que vayan a la escuela es un factor crucial para reducir la pobreza y para el desarrollo humano. La escolarización promueve las oportunidades financieras y sociales a lo largo de la adolescencia y la vida adulta y reduce el número de niños en el trabajo infantil.
Sin embargo, los prejuicios de género mantienen a muchas niñas fuera de la escuela, a menudo para ayudar a las madres a ocuparse de los hermanos, de las necesidades de la casa o ir por agua y leña. Para muchas familias, la prioridad es educar a los niños.
Cuando se educa a las madres y las familias son menos numerosas, la probabilidad de que los hijos vayan a la escuela aumenta. Por consiguiente, la educación de la mujer tiene efectos multiplicadores inter-generacionales. Igualmente, las familias con menos hijos y más espaciados entre sí, pueden invertir más en la educación de todos ellos. Esto tiene un beneficio especial para las niñas, cuya educación podría tener menor prioridad para las familias que la de los niños. El prevenir el embarazo precoz puede ayudar a mantener a las niñas adolescentes en la escuela, quienes de otro modo serían forzadas a abandonarla.
El lograr la educación primaria universal para todos los niños y todas las niñas para el 2015, puede apoyarse en el empoderamiento de las mujeres, capacitando a los maestros para que tomen en cuenta las cuestiones de género, promoviendo el valor que tiene el educar a las niñas, asegurando las escuelas, posponiendo el matrimonio y el embarazo precoz, permitiendo a las adolescentes embarazadas continuar con sus estudios y regresar a la escuela después del parto, ofreciendo becas o estipendios y mejorando el acceso universal a la salud reproductiva.
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